Leyendas de los Siete Mares

LOS MARES CONOCIDOS DE LA ANTIGÜEDAD


RELATOS DE LOS SIETE MARES

La frase "navegar los siete mares" ha tenido diferentes significados para diferentes personas en diferentes momentos de la historia. El término "Siete Mares" es mencionado por los antiguos hindúes, chinos, persas, romanos y otras culturas. El término se refiere históricamente a los cuerpos de agua a lo largo de las rutas comerciales y las aguas regionales, aunque en algunos casos los mares son míticos y no cuerpos de agua reales.

El término "Siete Mares" ha evolucionado hasta convertirse en un término metafórico para describir que un marinero ha navegado por todos los mares y océanos del mundo, y no literalmente por siete.¿Por qué 'siete'?

El número siete tiene una gran importancia histórica, cultural y religiosa: siete como número de la suerte, las siete colinas de Roma, los siete días de la semana, las siete maravillas del mundo, los siete enanos, los siete días de la creación, los siete chakras, las siete edades del hombre, los siete pecados capitales y las siete virtudes - sólo por nombrar unos pocos.






LOS SIETE MARES CLASICOS

El término "Siete Mares" se remonta a la antigua Sumeria en el año 2300 antes de Cristo, en el que se utilizó en un himno de la sacerdotisa sumeria Enheduanna dedicado a Inanna, la diosa del amor sexual, la fertilidad y la guerra.

Para los persas, los siete mares eran los arroyos que forman el río Oxus, el nombre antiguo para el Amu Darya, uno de los ríos más largos de Asia Central. Nace en las montañas de Pamir y fluye al noroeste a través de la región del Hindu Kush, Turkmenistán y Uzbekistán hasta el Mar de Aral.

Para los antiguos romanos, el septem maria (término en latín para siete mares) se refería a un conjunto de lagunas de agua salada separadas del Mar Mediterráneo por bancos de arena cerca de Venecia. Esto fue documentado por Plinio el Viejo, un autor y comandante de la flota romana.

Los antiguos árabes definen los siete mares como a los que se embarcaron en viajes a lo largo de sus rutas comerciales con Oriente. Eran el Golfo Pérsico, el Golfo de Khambhat, la Bahía de Bengala, el estrecho de Malaca, el estrecho de Singapur, el Golfo de Tailandia y el Mar del Sur de China.






Los marineros fenicios, que eran comerciantes y expertos navegantes, partieron a la búsqueda de mercados y materias primas. Sus siete mares: Alborán, Baleares, Liguria, Tirreno, Jónico, Adriático y Egeo, fueron parte del Mediterráneo.

Los griegos y los romanos dieron lugar a la definición medieval de los siete mares. Durante este tiempo las referencias a los siete mares significaban el Mar Adriático, el Mar Mediterráneo (incluyendo el Mar Egeo), el Mar Negro, el Mar Caspio, el Golfo Pérsico, el Mar Arábigo (que forma parte del océano Índico) y el Mar Rojo, entre el Mar Muerto y el Mar de Galilea.

Durante la Era de los Descubrimientos (1450-1650), cuando los europeos comenzaron a explorar América del Norte, la definición de los siete mares cambió de nuevo. En aquel entonces los marineros se referían a los siete mares como el Océano Ártico, el Océano Atlántico, el Océano Índico, el Océano Pacífico, el Mar Mediterráneo, el Mar Caribe y el Golfo de México. Otros geógrafos identificaban los siete mares en esa época como el Mediterráneo y el Mar Rojo, el Océano Índico, el Golfo Pérsico, el Mar de China y Occidente y los mares de África Oriental.

La era colonial, cuando el comercio del té a vela de China a Inglaterra, dio lugar a otra descripción de los siete mares: el mar de Banda, el mar de Célebes, el Mar Flores, el Mar de Java, el Mar de China Meridional, el Mar de Sulu y el Mar de Timor. Su expresión "navegó los siete mares" significaba navegar hasta el otro lado del mundo y regresar.







LOS SIETE MARES MODERNOS

En la lista actual de los siete mares más ampliamente aceptada por los geógrafos en realidad se enumeran los océanos:

1) Océano Atlántico Norte: la parte del Océano Atlántico que se encuentra principalmente entre América del Norte y la costa nordeste de América del Sur, al este, y Europa y la costa noroeste de África hacia el oeste.

2) Océano Atlántico Sur: la parte sur del Océano Atlántico, que se extiende hacia el sur desde el ecuador hasta la Antártida.

3) Océano Pacífico Norte: la parte norte del Océano Pacífico, que se extiende desde el ecuador hasta el Océano Ártico.

4) Océano Pacífico Sur: el segmento inferior del Océano Pacífico, llegando hacia el sur desde el ecuador hasta la Antártida.

5) Océano Ártico: el más pequeño de los siete mares, que rodea el Polo Norte.

6) Océano Antártico: también conocido como el Océano del Sur, consiste en las porciones meridionales de los océanos Pacífico, Atlántico e Índico y de sus mares tributarios. Es el océano más nuevo, habiendo siendo nombrado por la Organización Hidrográfica Internacional en el 2000.

7) Océano Índico: se extiende por más de 6.200 millas (10.000 km) entre las puntas sur de África y Australia.






LOS SIETE MARES

Los siete mares (o «navegar por los siete mares») es una expresión utilizada a lo largo de la historia de muchas culturas y pueblos en relación a un grupo de guecos mares (reales o mitológicos) de Eurafrasia. Se usaba (y usa) tanto para referirse a un conjunto determinado de siete mares como al conjunto de los mares del mundo conocido en ese momento.

Tiene un origen muy remoto (se menciona por vez primera en el Siglo XXIII a. C.) y los mares a los que se refiere han cambiado mucho según la época y lugar, ya que la expresión ha sido empleada por la mayoría de los pueblos de la antigüedad: chinos, indios, antiguos griegos y antiguos romanos. A través de estos dos últimos, en particular, se estableció el grupo de «siete mares» que es mencionado con más frecuencia en la literatura medieval europea:

   *  el mar Arábigo (en el golfo Pérsico)
   *  el mar Negro
   *  el mar Caspio
   *  el mar Rojo
   *  el mar Mediterráneo
   *  el mar Adriático
   *  el mar de Arabia (parte del océano Índico)






Actualmente, los siete mares han ido creciendo en número y la Organización Hidrográfica Internacional lista más de 100 cuerpos de agua conocidos como mares.



LA LEYENDA DEL MAPA DE PIRI REIS

El mapa de Piri Reis es un fragmento de un mapa elaborado por el almirante y cartógrafo otomano Piri Reis en 1513. Piri Reis nació en Galípoli en 1465. Sobrino de un célebre corsario, Kemal Re'is, desde muy joven acompañó a su tío en sus correrías marinas, participando en las campañas navales contra Venecia y en la conquista de la isla de Rodas en 1523. Dos años antes de esta fecha había publicado el Libro de las Materias Marinas, cuya exhaustiva información hacía referencia exclusivamente al Mediterráneo.



 


Una nueva versión ampliada, dedicada al sultán Suleiman, concluyó en 1526, con una dedicatoria en verso en la que contaba la historia de:

    "un astrónomo que se llamaba Kolón..., que salió en busca de Antyle... y la descubrió. Hoy la ruta es muy conocida y su mapa llegó hasta nosotros"

En ella se refería también al mapa que él mismo había dibujado años atrás y del que había hecho obsequio a Selim I en El Cairo. En los márgenes detalla sus fuentes: un mapa de Cristóbal Colón, encontrado en un barco español apresado en 1501, y cuatro mapas portugueses más recientes. Además contó con los informes de un marino que había participado en los primeros viajes colombinos, posteriormente capturado por su tío, que lo había hecho su esclavo.

Por contener aparentes representaciones de tierras entonces desconocidas y a raíz de los propios escritos de Reis indicando que otras de sus fuentes habían sido "los antiguos reyes del mar", ha suscitado gran interés como «enigma». Es, por otro lado, el mejor testimonio de los mapas que dibujó Colón de las tierras por él descubiertas, de los que tan sólo se ha conservado un pequeño boceto del norte de La Española. El original se conserva en el Museo Topkapi Sarayi de Estambul donde se localizó en 1929, pero no suele estar expuesto al público.



OTROS MAPAMUNDI DE LA EPOCA
 


Mapa de Nicolaus Caverio (1502), se aprecia la costa de Sudamérica, pero no aparece la mítica Tierra del Sur.




Mapamundi de Abraham Ortelius (1570), en el que figura la inmensa Tierra Austral fundida a la Isla Grande de Tierra del Fuego.




Planisferio de Rumold Mercator (1587), en el mismo se dibuja, como en el mapa anterior, una Terra Australis Incognita.



Conclusión

A la fecha no existen evidencias históricas que sustenten que la carta náutica o mapa del Almirante Piri Reis procede de "antiguas civilizaciones" o de culturas desconocidas. Aunque la proyección catográfica utilizada en el trazado del mapa apunta a que el centro de proyección estaría situado en Egipto y que la Antártida presenta sus costas totalmente desprovistas de las capas de hielo, con lo cual se podría presuponer que el mapa dataría de una época muy remota; toda esta información no es concluyente y no habiendo pruebas que lo certifiquen, no se puede considerar a dicho mapa como una copia de un antiquísimo Mapamundi de época antediluviana como algunos investigadores quieren dejar establecido. El mapa de Piri Reis se considera actualmente una extraordinaria y minuciosa compilación de todo el conocimiento geográfico de la Europa medieval, aunque no se puede descartar que los cartógrafos hayan dispuesto, como es sabido en el desarrollo histórico de la Cartografía, de fuentes de la edad antigua y de navegantes que han surcado gran parte de los mares del mundo como han sido los fenicios y vikingos.



LA LEYENDA DE LOS BARCOS FANTASMAS

Así como la gente que trabaja en el campo tiene sus propios mitos, los marineros tienen los suyos y uno de los más populares es el de los barcos fantasmas, relata la escritora Maru Relloso de Universo Marino; se considera un barco fantasma a aquel barco que se ve como una aparición fantasmal tras haber naufragado, por ejemplo, o aquel barco que aparece sin tripulación alguna flotando a la deriva.

La historia de los mares tiene varios «barcos fantasmas» y aunque hoy en día parece menos común en siglos pasados era uno de los grandes cuentos de terror. Imagínate que navegar por el inmenso océano no debía ser ni fácil ni placentero ni seguro así que las historias de barcos que zarpaban para nunca más ser vistos eran frecuentes.

En ocasiones naufragaban por tormentas pero a veces, sin tormenta alguna (por lo menos conocida), nunca más aparecían. Leyendas y casos hay muchos y seguramente el más conocido es el que inmortalizó Wagner en su ópera «El Holandés Errante«. La leyenda, probablemente basada a su vez en relatos más antiguos todavía, dice que había una vez un marinero holandés que solía recorrer la ruta desde Amsterdam a las Indias Orientales.






En uno de sus viajes y cerca del Cabo Buena Esperanza un temporal destruyó las velas y el timón y le complicó las cosas al punto de que el barco quedó allí, zarandeándose durante semanas. Enojado con Dios profirió un juramento y desde entonces, castigado, vaga por los mares. Eso en cuanto a leyendas, pues en cuanto a casos reales el más conocido es el del barco Mary Celeste.

Este barco se encontró entre Portugal y las Azores en 1872. La tripulación brillaba por su ausencia y el barco estaba impecable. Abordo viajaba una tripulación de siete hombres y la esposa y la hija de dos años del capitán. Un mes después de salir del puerto fue encontrado vacío, sin el bote salvavidas, el cronómetro o el sextante. Especulaciones hay muchas, desde que el capitán abandonó el barco temiendo que gases tóxicos emanaran del alcohol industrial que transportaba hasta que los marineros se emborracharon y mataron a todos.

Las teorías mas alocadas dicen que una criatura marina enorme, tal vez un calamar gigante, los atacó pero la verdad nunca se sabrá y estos dos barcos, junto con otros tantos barcos fantasmas seguirán surcando las aguas del mundo.



LA LEYENDA MAS TEMIDA DE LOS SIETE MARES

El Kraken es uno de los animales ocultos más solicitados, buscados y que mayor temor ha infundado durante siglos. Su existencia aún es discutida, más después de descubrir los famosos pulpos gigantes aunque por ahora, el Kraken propiamente dicho, sigue siendo una leyenda.






El mítico Kraken, el famoso pulpo gigante que ha atemorizado a propios y extraños durante siglos, desde que lo creó la mitología principalmente escandinava, donde aparecen los primeros rasgos de este animal fabuloso. O quizás no tan fabuloso pues si bien es una leyenda, si se han descubierto los calamares gigantes y muchos de ellos llegan a medir 15 metros de largo incluyendo los tentáculos por supuesto. ¿Éstos habrán llevado a creer que es posible que exista un Kraken?

No lo podremos saber, al menos no por ahora. Los humanos tenemos tendencia a exagerar muchas veces lo que vemos y quizás uno de ellos haya atacado alguna embarcación, pero de allí a creer en su tamaño descomunal, creo que tenemos un gran paso, o al menos eso parece.

El problema principal para saber de su existencia se debe a que los pulpos gigantes no son muy visibles si bien se sabe que existen. Esto se debe a que habitan a grandes profundidades y el hombre no puede llegar hasta allí, únicamente con batiscafos, los cuales son de utilización muy poco frecuente, sólo para las exploraciones en proyectos demasiado complejos y costosos.

Luego tenemos todos los mitos creados en torno a él, sobre todo con los pescadores y balleneros de la región escandinava. Uno de ellos se daba cuando un pescador lograba una pesca sobresaliente tirando redes, y se le decía que seguramente pescó encima de un Kraken. Aparte de ello, en siglos anteriores se solía creer que debido a su tamaño, se podía confundir con una isla y eso se explicaba pues en varios mapas se dibujaban islas que luego no eran visibles, lo que llevaba a creer firmemente en esta teoría.






Pero si un personaje hizo famosa la creencia de su existencia fue Pierre Dénys de Montfort, quien comenzó a hacer varias afirmaciones sobre sus apariciones como la del ataque de un barco francés en las costas de Angola. Pero su punto máxime y a su vez, su caída, se dio con otra afirmación. Adujo que la desaparición misteriosa de 10 barcos británicos en una misma noche del año 1782 se debió al ataque de un Kraken. Pero los británicos sabían muy bien que le había sucedido a sus embarcaciones y eso terminó con las habladurías de Montfort, quien terminaría en la extrema pobreza.

Si existe o no, no lo podremos averiguar, depende de tantos factores y principalmente de la gran inmensidad de los mares y océanos. Quizás se haya exagerado el tamaño de los pulpos gigantes, como quizás exista en las profundidades del mar pues si existe uno de 15 metros, ¿no puede existir un Kraken de mayor tamaño?.



LA LEYENDA DEL NAUFRAGIO DE LOS DIEZ VELEROS

Me he subido dos veces en mi vida a un barco enorme. Una vez hice un crucero por el caribe y otra me lancé a cruzar rumbo hacia Usuahia, en Argentina, relata la escritora Maru Relloso de Universo Marino. Los barcos tan grandes siempre me han transmitido seguridad (a pesar de haber visto Titanic varias veces), pero el primer cruce del estrecho de Magallanes en ferry prefiero olvidarlo porque aunque el ferry era grande el mar estaba tan embravecido que se movía como si apenas fuera una cáscara de nuez. Entonces, ¿os imagináis cómo debían moverse los antiguos barcos de madera y mástiles?






Dios mío, ¡qué épocas aquellas! Cruzar el Atlántico a bordo de esos barquitos… Bueno, era el medio de transporte de la época pero aunque iban y venían las tormentas y los arrecifes invisibles podían dejarlos en lo profundo del mar. Bien, eso es lo que le pasó al Cordelia, una elegante nave mercante en las costas de la isla de Gran Caimán hace algunos siglos.

A esta tragedia marítima se la conoce con el nombre de Naufragio de los diez veleros. Según la historia e investigaciones recientes tal vez algo coloridas o retocadas, el Cordelia era una nave grande que formaba parte de una flota, de un convoy de más naves mercantes, que navegaba en el extremo este de la isla Gran Caimán partiendo de la isla rumbo a Inglaterra.

Corría el año 1794, 8 de febrero, y digamos que si bien los marinos sabían que había arrecifes de corales bordeando muchas de las islas del Caribe en ocasiones no los veían y no los podían evitar, así que eso fue lo que le pasó al Cordelia. Se clavó de lleno en un arrecife coralino y trató de advertirle al resto de la flota que no siguiera por ese camino pero sus señales no se entendieron y entonces uno a uno los diez barcos fueron encallando en el arrecife.






La gente que vivía en esta parte de Gran Caimán cogió sus botes y salió al rescate logrando rescatar con vida a todos los tripulantes y pasajeros de los diez veleros, un gesto que después el mismísimo rey Eduardo III reconoció en un acta. Dice la leyenda que el gesto real fue liberar Gran Caimán de los impuestos o liberarla de la conscripción obligatoria, pero al día de hoy no está claro si algo de esto sucedió.

Hoy, si te acercas a esta parte de la isla verás que frente a la costa hay un memorial de piedra con una placa recordatoria, como se puede apreciar en la primera fotografía de esta nota, donde se ve un espléndido mar, pero con aguas muy engañosas y traicioneras porque en color celeste claro de día y con mar calmo se distinguen los arrecifes de coral muy próximos a la superficie; y si te zambulles, pues todavía quedan algunos restos de esta gran tragedia marítima en el Caribe, podrás ver cosas como el ancla que se muestra en la fotografía de arriba, que nos recuerdan el enorme respeto y cuidado con que debemos navegar por los mares y océanos.