Pacto de ONU sobre los Océanos

LAS NACIONES UNIDAS Y LOS OCEANOS


IMPULSO UNIFICADO SOBRE LOS OCEANOS SALUDABLES

El 12 agosto 2012, en el Foro de la Declaración de Yeosu, la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, preconizó un mayor nivel de conciencia, medios de acción más sólidos y conocimientos científicos más profundos como medio para pasar de una lógica de explotación a otra de sostenibilidad de los océanos. La Sra. Bokova celebró la presentación del Pacto sobre los océanos por el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, entendiendo que se trataba de un hito histórico, que iba a propiciar una gestión más sostenible de los océanos por todas las partes interesadas.


“Crecimiento ecológico desde el océano”


En esta fórmula se puede resumir el espíritu de la Declaración de Yeosu aprobada al término de la exposición, que, bajo el lema “Por costas y océanos vivos”, ofreció durante 93 días un audaz, novedoso y dinámico viaje a las ricas profundidades del océano y atrajo a más de 8 millones de visitantes a esa ciudad costera meridional.
 


 


“Todos debemos erigirnos en vigilantes del océano, este es el mensaje que hoy enviamos al mundo,” afirmó el Sr. Ban en el Foro de la Declaración de Yeosu, celebrado inmediatamente después de la presentación del Pacto sobre los océanos. “Hoy no es más que el principio de la ofensiva para lograr océanos saludables, un enérgico llamamiento para pasar a la acción y poner rumbo al futuro.”



 


El Pacto sobre los océanos resume una visión estratégica para que las Naciones Unidas cumplan con más coherencia y eficacia su mandato relativo a los océanos. Tiene tres objetivos: proteger a las personas y mejorar la salud de los océanos; proteger, recuperar y mantener el medio oceánico y restablecer plenamente la producción de alimentos y medios de sustento; y reforzar el conocimiento y la gestión de los océanos.


 



La Sra. Bokova dijo que la UNESCO, que contribuyó a la elaboración del Pacto, tenía especial interés en el último objetivo, y subrayó que la sostenibilidad de los océanos iba a ser una dimensión fundamental de la agenda de desarrollo con posterioridad a 2015. El Sr. Ban elogió la visión y el liderazgo de que hicieron gala la UNESCO y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en la elaboración del Pacto.






Dirigiéndose al Foro de la Declaración de Yeosu, el Primer Ministro de la República de Corea, Sr. Kim Hwang-Sik, declaró que los actuales patrones de consumo ponían en peligro la supervivencia del planeta, y destacó la necesidad de instaurar un uso prudente de los océanos, recurriendo a tecnologías respetuosas de los ecosistemas marinos y a otras medidas.






El Sr. Willy Telavi, Primer Ministro de Tuvalu, un pequeño estado insular en desarrollo que es extremadamente vulnerable al cambio climático y depende de los recursos biológicos del océano como principal fuente de ingresos y alimentos, propugnó “una alianza altruista, basada en una cooperación genuina y en actividades que aprovechen tanto el saber científico como los conocimientos locales”.



 


Todos los participantes celebraron que la Declaración de Yeosu hubiera instituido una visión y una estrategia comunes respecto al buen gobierno y el desarrollo sostenible de los océanos. “El espíritu y los objetivos de Yeosu perdurarán por medio de la Declaración,” dijo el Primer Ministro Kim Hwang-sik en la ceremonia de clausura de la Exposición.






¿QUE ES LA OCEANOGRAFIA?

Dentro de las ciencias que se dedican al estudio de la Tierra, nos cuenta la autora Saray García de Universo Marino, la que se conoce como oceanografía (aunque en nuestro país es también denominada con otros nombres, como pudieran ser los de Ciencias del mar o Ciencias marinas) es la disciplina que se ocupa del análisis de los diferentes procesos físicos, geológicos, biológicos y químicos que se producen en los océanos y en los mares.

El origen de la palabra proviene del griego Ωκεανός, océano y γραφειν, «describir» o «representar gráficamente» y fue usada por primera vez en 1584 derivando del francés océanographie, aunque si bien es cierto que tendrá poco auge hasta el año 1880, en el que surgirá, prácticamente a la vez, en otros idiomas como el inglés, el portugués o el español.

Por lo que se refiere a las distintas divisiones en las que se distribuye la disciplina oceanográfica, se distinguen cuatro: la oceanografía biológica, la oceanografía física, la oceanografía geológica y la oceanografía química teniendo a su vez, cada una de ellas, una serie de subdivisiones especializadas en un ámbito marino concreto.






En este sentido la primera de ellas, la oceanografía biológica (también llamada Biología marina), se ocupa del análisis de los organismos marinos, así como la relación que cada uno de ellos mantiene con el medio ambiente.

Por su parte, la oceanografía física está centrada en el estudio de los procesos físicos que tienen lugar en el mar, como ejemplos de ello tenemos las corrientes, la mezcla (concepto con el que se denomina la difusión molecular y tumultuosa de las propiedades que posee el agua de mar), las mareas o el oleaje.

La oceanografía geológica tiene como objeto de estudio todos los procedimientos y transformaciones geológicas que aquejan a los océanos. Para acabar la oceanografía química, como su propio nombre indica, examina la composición química del agua del mar.



PROTECCION DEL MEDIO MARINO Y LA BIODIVERSIDAD

El Programa de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente (PNUMA) se encarga de proteger los mares y océanos y promover el uso ambientalmente racional de los recursos marinos, sobre todo a través de su Programa Regional de Mares. Las Convenciones y Planes de Acción de los Mares Regionales constituyen el único marco legal en el mundo para la protección de los mares y océanos a nivel regional. PNUMA también ha creado el Programa de Acción Mundial para la Protección del Medio Marino Frente a las Actividades Realizadas en Tierra. Es el único mecanismo intergubernamental mundial que trata directamente las relaciones entre los ecosistemas de agua dulce, terrestres, costeros y marinos.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), coordina, a través de su Comisión Intergubernamental Oceanográfica, programas en la investigación marina, sistemas de observación, mitigación de las amenazas y mejor gestión de las zonas marítimas y costeras.

La Organización Marítima Internacional (OMI) es la institución de las Naciones Unidas clave en el desarrollo del derecho internacional marítimo. Su misión principal es crear un marco regulador justo y eficaz de la industria naviera que sea adoptado y aplicado de forma universal.






Transporte marítimo y contaminación

Para garantizar que el transporte sea más respetuoso con el medioambiente, la OMI ha aprobado una regulación para resolver el problema de las emisiones de contaminantes atmosféricos que producen los barcos. Asimismo, ha aprobado medidas de eficiencia energética obligatorias para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que produce el transporte marítimo internacional. Estas incluyen la histórica Convención Internacional para Prevenir la Contaminación de los Buques de 1973, modificada por un Protocolo de 1978 (MARPOL), y la Convención Internacional para Prevenir la Contaminación del Mar por Hidrocarburos de 1954.


Código Polar

En 2014 se introdujeron cambios importantes en la regulación del transporte y la facilitación del comercio (entre ellos, la aprobación de un Código Internacional para los Buques que Operen en Aguas Polares) que entrarán en vigor a partir del 1 de enero de 2017. También se incorporaron otras modificaciones en la normativa relacionadas con la seguridad marítima y de la cadena de suministro, así como con cuestiones medioambientales.



EL CICLO DEL AGUA

El agua de nuestro planeta está en constante estado de circulación, pasando en el proceso por los estados líquido, gaseoso y sólido y sin que cambie la cantidad total, se explaya el autor Jaime Márquez de Universo Marino. El agua puede congelarse formando glaciares, para luego volver a descongelarse, evaporarse desde el océano y luego precipitarse sobre la tierra, filtrarse al subsuelo y de ahí regresar al mar y multitud de procesos más que también incluyen a los seres vivos. Al conjunto de estos procesos de transición y reciclaje se le denomina Ciclo del Agua o Ciclo Hidrológico.






El ciclo empieza en el océano, cuando el agua de su superficie se evapora y se eleva debido al calor del Sol. El siguiente paso es la condensación del agua en la atmósfera al enfriarse formando pequeñas gotitas de agua, lo que da origen a las nubes. Cuando las nubes están saturadas comienza a caer el agua retenida, que dependiendo de la temperatura atmosférica puede producirse en forma de lluvia, nieve o granizo.

Cuando la lluvia llega a tierra firme se divide en dos caminos principales: los seres vivos y el terreno. Tanto animales como plantas tomarán agua para sus necesidades, mientras que el agua no aprovechada terminará en lagos (que se evaporarán o filtrarán) y en ríos superficiales y subterráneos, retornando así al océano y dando comienzo a un nuevo ciclo.

La gran ventaja que supone este ciclo es que mediante la evaporación y el filtrado el agua se desprende de toda clase de elementos contaminantes, algo que también ocurre con el proceso de transpiración de las plantas que exhalan el agua sobrante como vapor, y ya filtrada a su paso entre la raíz y las hojas.